OPINIONES VARIAS SOBRE LUCES EN
TERREMOTOS
TRIBOLUMNISCENCIA Y MICHAEL
PERSINGER
Triboluminiscencia: El
fenómeno luminoso propio de los terremotos
Aunque no
es del todo conocido por la ciencia, el fenómeno lumínico azulado que sucede
durante terremotos y otros movimientos tectónicos, se piensa que es producto de
la reacción con el Nitrógeno atmosférico similar a lo que ocurre durante las
auroras boreales y diferentes al estallido de transformadores del tendido
eléctrico.
La base de
datos Wikipedia explica que la triboluminiscencia se produce cuando chocan las
placas tectónicas presionan al cuarzo y a otros cristales en ciertas regiones y
por breves periodos. Esto causa que los enlaces atómicos, al romperse, produzcan
plasmas.
Otra teoría:
Hace tres
décadas Michael Persinger, psifisiólogo canadiense de la Universidad de Sudbury,
Ontario, demostró estadísticamente la relación existente entre los movimientos
sísmicos y los fenómenos luminosos desconocidos. Hoy en día esta teoría para
explicar el fenómeno Ovni no está olvidada, y menos cuando los datos
comparativos nos dicen claramente que los Ovnis aparecen justamente en los días
próximos a los movimientos subterráneos de tierras y rocas
A
comienzos de los años sesenta Persinger declaró en diferentes medios
informativos y cátedras universitarias que en áreas con fallas geológicas y
actividad sísmica notable se producían con mayor frecuencia observaciones de
Ovnis. La teoría denominada “Tectonic Strain Theory of Ufos” explicaba cómo las
tensiones producidas por rocas subterráneas durante los movimientos sísmicos
provocan una descarga de energía luminosa de composición piezoeléctrica que se
manifestaría en formas de esferas de color, columnas luminosas, luces a ras de
suelo y alteraciones electromagnéticas, las cuales actuarían sobre objetos y
también personas. Estas manifestaciones fueron recibidas con cierto escepticismo
en los medios científicos especializados. Persinger fue mucho más lejos en sus
declaraciones y no dudó en relacionar estas cargas piezoeléctricas que nacen de
la Tierra con personas que presentaban una mayor actividad en el lóbulo temporal
de cerebro.
El debate
que se plantea entre las posibilidades que el fenómeno de las abducciones tenga
una explicación en experiencias traumatizante durante alguna etapa de la vida
del paciente, o que sea producto de la existencia de estados alterados de la
conciencia, influidos por ciertos tipos de ondas electromagnéticas, resultantes
de las placas tectónicas, nos abre un abanico nuevo de posibilidades, ya que
estas descargas energéticas muy elevadas, al estimular zonas específicas del
cerebro humano nos harían depender de una forma casi umbilical de nuestra Madre
Tierra. Sin embargo, deja sin explicación algunos puntos importantes ¿Por qué
sólo una minoría de las personas sería sensible a dichas ondas? ¿Por qué estos
estados alterados se darían generalmente por la noche cuando se duerme y no
durante la siesta, por ejemplo? ¿Por qué las personas que viven lejos de una
falla geológica también observan el fenómeno?
Aunque la
teoría de las placas tectónicas de Persinger parece débil en ciertos aspectos,
las estadísticas son demoledoras. En estudios realizados en los mayores
movimientos sísmicos que se produjeron en el planeta en 1960, Persinger logró
determinar que casi en más de un 90% de los casos los terremotos fueron
acompañados con testimonios de Ovnis. En la estadística mencionada se puede
comprobar claramente que nueve casos ocurrieron el día anterior, ocho el
posterior, y los restantes (dieciocho) el mismo día.
Seguidores
de la teoría de Persinger han continuado confeccionando este recuadro y hasta
hoy en día estas estadísticas han mantenido este curioso “sincronismo” Siguiendo
en el análisis del cuadro se puede comprobar que ocurrieron en las “líneas o
zonas de fractura” regiones de gran actividad volcánica y sísmicas de nuestro
planeta. También contamos con los estudios realizados por el analista francés
Lagarde, quien sostiene que la oleada francesa de 1954 las pariciones de Ovnis
era más frecuente. Estos datos aportados en la época de Persinger han sido
relacionados con nuevos estudios más recientes, y, al parecer, las estadísticas
dan la razón a las observaciones del científico canadiense, aunque a nivel
ufológico deja muchas dudas aún por resolver.
Fuentes:
La Nación; Williams Courney Investigation;
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